27 julio, 2009
Eiztari-Beltza, la leyenda del cazador negro
27 mayo, 2009
La leyenda de la ciudad sumergida de Ys (y II). Esplendor y caída
Algunas versiones de la leyenda dicen que es en Douarnenez, de la costa de Bretaña, donde se situó la ciudad. Aún se cuenta que si te sitúas en la costa y observas el mar, te parece ver como las cúpulas y tejados de la ciudad emergen del mar.
Para proteger la ciudad de la furia del mar, Gradlon ordenó construir una enorme e impenetrable muralla de piedra que rodeaba por completo la ciudad. La única entrada de la ciudad era a través de unas gigantescas puertas de bronce, de las que sólo Gradlon tenía la llave. A esta magnifica construcción la llamaron Ys.
Durante el período de construcción de la ciudad, los pescadores cuando al atardecer volvían de faenar y pasaban delante de la ciudad podían ver, en la costa, a una hermosa mujer que jugueteaba con su hermoso y largo cabello dorado, mientras le cantaba a las olas, que se mecían suavemente a sus pies.
La vida continuó de esta forma durante años, y la ciudad de Ys llegó a ser muy próspera con la recompensa que hasta ella llevaba el Océano. Y es que todo resultó ser un pacto de la bella Dahut con el mar.
Durante la celebración, el extraño consintió en sentarse al lado de Dahut y a medida que se acercaba el anochecer, ella le agasajó con cuentos y leyendas, a lo que él correspondía entrelazando sus manos en su dorado cabello, susurrándole cosas hermosas al oído.
- Ya puede el viento rugir o el mar enfurecido bramar, que las puertas de esta ciudad son fuertes y sólo mi padre es quien puede abrirlas, con la llave que pende de su cuello.
- Gradlon, deja a la princesa.
En ese momento se apareció una figura pálida, envuelta en un hábito marrón, emergiendo de entre las aguas. Era San Guénolé, que reprendió a la princesa con estas palabras:
- Sálvame, ayúdame a escapar de este fin del Mundo.
Una enorme ola cubrió por completo al corcel y Dahut, atrapada por las olas, se vio arrastrada por ellas, arrancándola de su última esperanza de sobrevivir. A medida que caía de la montura, se aferraba como podía, implorando, pero ante la insistencia de Guenole, Gradlon la empujó hacia las olas, y ordenó a su caballo salir de aquel infierno. Las olas se cerraron sobre la princesa y el mar se llevó a todos los habitantes de Ys. Sin embargo, Morvarc’h consiguió salir a la superficie, y galopando sobre las encrestadas olas, buscó la seguridad de la playa.
Galoparon toda la noche, a través de espesos bosques y ríos, hasta que arrivaron a una ciudad que se encontraba en la confluencia dos ríos y entre siete colinas. Se trataba de la ciudad de Quimper y aquí Gradlon decidió construir la nueva capital de su reino. Pasó en el lugar el resto de sus días y cuando falleció, se erigió una estatua de granito en su honor y en ella se representó a él y a su corcel escapando de la catástrofe que se cernió sobre la vanidosa Ys.
Existen diferentes versiones de la historia para explicar el motivo por el cual Dahut decidió abrir las puertas de Ys. Una de ellas hace referencia a que el propio Satán se hizo pasar por el caballero del que queda prendada la dama, para acabar con aquella ciudad por el mero placer de terminar con “la más bella ciudad del mundo.”
Es probable que choque el hecho de que en una historia, que se cree de origen celta, aparezca un santo católico. Pero lo cierto es que, como ha pasado con muchas otras leyendas o festividades, la religión católica prefirió asumir como propias las tradiciones paganas, muy populares en lugares de profundo arraigo celta como pudieran ser Irlanda, Gales, o la Bretaña francesa, ya que en estos lugares la evangelización resultaba sumamente difícil y de este modo se podía transmitir con más facilidad la palabra de Dios. La moraleja, en este sentido, es clara: el Cristianismo vence (tras la conversión de Gradlon, que asume el consejo del santo para salvar la vida) al tradicional y ancestral Druidismo, encarnado por la joven Dahut y sus poderes “mágicos” (la máscara negra que cubre el rostro).
Teniendo en cuenta estas consideraciones y añadiendo, como punto final, que hay tradiciones en el mundo celta que narran la existencia de una ciudad engullida por las aguas hacia finales del Siglo V d. C., podemos considerar esta leyenda como otras: una narración en la que lo real y lo puramente ficticio van de la mano con el único objetivo de transmitirnos un mensaje.
22 mayo, 2009
La leyenda de la ciudad sumergida de Ys (I). El origen de la ciudad
La tradición bretona la da el nombre de Ker-Ys que significa “Fortaleza de las Profundidades”. Dentro de la tradición celta existen diversas referencias a ciudades sumergidas como, por ejemplo, la ciudad galesa de Cantre’r Gwaelod, y en el caso de Cornualles, la ciudad de Lyonesse; aunque, sin duda, la más famosa es la que hace referencia a Ys. Hay quien a querido ver similitudes entre Ys y la Atlántida, aunque eso es discutible.
La versión más extendida de la leyenda sitúa a Ys en la Bahía de Duarnenez, en la costa de Bretaña.
Gradlon era un rey originario de Cornualles. Poseía una enorme flota de barcos de guerra que asolaban las aguas entre Kernow y el frío Norte, y causaban el terror entre sus enemigos. Gradlon era un gran estratega militar y un magnifico marino, que, unido a su enorme poderío naval, provocó que consiguiera una inmensa riqueza como consecuencia de los saqueos a los que sometía a sus enemigos.
Tras muchos años de guerras, sus hombres, cansados de esta vida, se rebelaron contra Gradlon. Grandlon dirigía el asalto a una fortaleza del Norte, muchos de sus hombres habían muerto de frío a causa del invierno crudísimo que se vivió ese año. Los supervivientes decidieron acabar con aquella situación y regresar a su casa, y encontrarse con sus esposas, ver crecer a sus hijos y vivir en paz. Así que abandonaron a su rey.
Gradlon se encontró totalmente sólo en aquella inhóspita tierra. Estaba abatido porque, tras innumerables batallas, se encontraba derrotado y no por haber sido vencido por sus enemigos, se sentía hundido y apesadumbrado.
Encontrándose en este estado, Gradlon notó una presencia cerca de él, fluyendo por su cuerpo como un torrente de sensaciones que jamás había sentido antes. Alzó la cabeza y vio frente a él a una hermosa mujer.
Malgven extendió su mano e instó que Gradlon a levantarse, y entonces le ofreció un trato:
De esta forma, los dos juntos asesinaron al anciano rey del Norte, llenaron de oro un único cofre y emprendieron el regreso a Kernow. Como Gradlon había perdido todos sus barcos en la deserción de sus hombres, emplearon el corcel de batalla de Malgven, llamado Morvarc’h (que significa “Caballo de Mar”).
De Morvarc’h se dice que era negro como la noche y que de sus ollares salía fuego con cada inspiración.
En cuanto montaron en él, surcó veloz como el viento las espumantes crestas de las olas, por lo que en poco tiempo alcanzaron a los hombres de Gradlon.
Gradlon se hizo a cargo de la nave insignia y navegó primero hacia el Este y luego hacia el Sureste, hacia los mares que rodeaban la Isla Brumosa. Entonces una gran tormenta se convirtió en una violenta tempestad que alejó a los barcos de cualquier punto conocido, hacia el Noroeste, a reinos y lugares desconocidos.
Pasaron los años y su hija creció y se transformó en una preciosa joven de largos bucles dorados con los que solía jugar habitualmente. Dahut, que al igual que su madre estaba muy unida al mar, decidió presentarse ante su padre y pedirle que construyera una ciudadela en el mar.
En el próximo artículo hablaremos de la construcción, florecimiento y caída de la ciudad.
13 mayo, 2009
Revenants, los que regresan de la muerte
Hoy vamos a hablar de los Revenats. La palabra "Revenant" proviene del francés "revenir" ("volver") y hace referencia a ciertas criaturas pertenecientes al folclore popular y hace referencia a unos seres de los que se decían que eran muertos que regresaban de sus tumbas. Se las suele describir como a fantasmas con forma humana (aquella que tuvieron en vida) o como a "muertos vivientes". De este modo, presentan muchas semejanzas tanto con los zombies como con los vampiros.La creencia en los Revenants proviene de Europa Occidental (especialmente de las Islas Británicas) y se popularizó durante la Alta Edad Media.
En un principio se creía que los Revenants regresaban de sus tumbas sin ningún propósito especial, simplemente para aterrorizar y molestar a los amigos y familiares que seguían vivos, sin embargo, posteriormente se les comenzó a atribuir la necesidad de solucionar algún asunto pendiente, normalmente su propio asesinato. De esta forma, los revenants retornaban para lamentarse de su terrible destino y clamar venganza por el crimen.
Al contrario, otras creencias sostienen que los revenants son los espíritus de los criminales y malhechores, que deben vagar como almas en pena por los delitos cometidos durante su vida; estos revenants son especialmente peligrosos pues la maldad de la que hacían gala en vida se vuelve mucho peor al regresar de la muerte.
En muchas historias también se asocia a los revenants con la propagación de enfermedades y se dice que, como los vampiros, chupan la sangre a los vivos. De hecho, la manera de acabar con un revenant consistía en exhumar su cuerpo, decapitarlo y/o arrancarle el corazón para después quemarlo.
Actualmente los revenants aparecen como personajes de muchos juegos de rol y libros de ciencia-ficción y terror, siendo a menudo considerados como un tipo de vampiros aunque realmente no lo sean.
Espero que os haya gustado
Besos a todos
29 abril, 2009
Casandra, la vidente maldita
Casandra (en griego Κασσανδρα) significa "la que enreda a los hombres". Era hija de Príamo, rey de Troya, y de su esposa Hécuba, y hermana gemela de Héleno.
Cuando los gemelos Héleno y Casandra nacen, se celebró una fiesta conmemorativa en el tempo de Apolo, en las afueras de Troya. Al anochecer los festejantes volvieron a la ciudad pero se dejaron olvidados a los dos niños en el templo. Al día siguiente, los padres volvieron al templo a recoger a los gemelos. Estaban dormidos y dos serpientes pasaban su lengua por los órganos de los sentidos para purificarlos; los padres, horrorizados ante la visión, empezaron a gritar haciendo que las serpientes se retiraran. Así es como Casandra y Héleno obtuvieron el don profético en su edad adulta en algunas versiones de la leyenda.
Pero, una vez instruida en las artes de la adivinación, Casandra se negó a cumplir su parte del trato. Apolo, furioso al sentirse engañado, la escupe en la boca y se venga de ella retirándola el don de la persuasión. Esto provoca que, aunque ella fuera capaz de profetizar el futuro, nadie la creería ni tomaría en consideración sus advertencias.
Esta versión se respalda en las diferentes formas en las que Héleno y Casandra veían el futuro: mientras que Héleno interpretaba el futuro mediante el examen de las entrañas de las aves y la interpretación de las señales; en el caso de Casandra, era el propio Apolo el que tomaba posesión de ella y, en ese estado, ella formulaba los oráculos.
Casandra es fundamentalmente conocida por sus predicciones en dos momentos cruciales en la historia de la caída de Troya.
El primero de esos momentos se refiere a la aparición de Paris. Cuando Paris llega a la ciudad, Casandra predice que éste traerá la ruina a la ciudad. Por ese motivo, Paris fue condenado a muerte y, para evitar su ejecución, Casandra se ve obligada a desvelar que Paris es hijo de Príamo. De esta forma le salva la vida, pero ve, impotente, como sus predicciones se cumplen: Paris al raptar a Helena, y llevarla consigo a Troya, provoca la guerra con los aqueos que acabará con la caída de la ciudad.
Más adelante, cuando su padre Príamo cruza las puertas de la ciudad, Casandra anuncia que trae consigo el cadáver de Héctor. Hecho este que aún no era conocido.
El otro momento de crucial de Troya en el que Casandra juega un papel fundamental es cuando los aqueos envían el caballo de madera a la ciudad como muestra de paz. Casandra, junto con el adivino Laocoonte, se opone rotundamente a la entrada del caballo en la ciudad, alegando que es una trampa de los aqueos y que provocará la caída de la ciudad. Aunque no la creen, Laocoonte era muy respetado, y puesto que apoyaba a Casandra, se empieza a debatir si hacer caso de la predicción o no.
Durante el saqueo de la ciudad, Áyax, hijo de Oileo, encuentra a Casandra refugiada bajo un altar dedicado a Atenea. Aunque la joven se agarró a la sagrada estatua de la diosa, Áyax arrastró la estatua al capturar a Casandra. En algunas versiones, Casandra es violada por Áyax allí mismo. Este sacrilegio provoca la muerte del héroe, ya que Poseidón, a petición de la indignada Atenea, hunde su barco, al provocar una tormenta en las cercanías de Giras, y Áyax muere clavado a las rocas por el tridente del dios.
Más tarde, Casandra fue entregada como parte del botín a Agamenón, que se enamora perdidamente de ella y la convierte en su concubina. De los amores de Casandra y Agamenón nacieron gemelos, Teledamo y Pélope. Agamenón se lleva a Casandra, y a sus hijos, de vuelta a Micenas con él, pese a las advertencias de ésta.
Cuando llegan a Micenas, Clitemnestra, esposa de Agamenón, le pide a su esposo que pase por encima de una alfombra morada, el color que simboliza a los dioses. Casandra le avisa que no debe hacerlo, pero Agamenón desoye los consejos cruzando la alfombra y cometiendo un sacrilegio.
Agamenón es asesinado esa noche por Egisto, amante de su esposa Clitemnestra. Y Casandra y sus hijos son asesinados esa misma noche por los conspiradores.
El mito de Casandra ha inspirado numerosos relatos y novelas y, en la literatura actual, es a menudo usada como modelo de tragedia y romance, Casandra simboliza el arquetipo de alguien cuya visión profética es oscurecida por la locura, convirtiendo sus revelaciones en cuentos o afirmaciones inconexas que no son comprendidas plenamente hasta que se produce lo vaticinado.
También en ella se inspira el concepto de "síndrome de Casandra", que es utilizado para describir a personas que creen que pueden ver el futuro, pero que no son capaces de hacer nada para evitarlo.
Bueno espero que os haya gustado.
Besos a todos.
23 abril, 2009
Annabel Lee de Edgar Allan Poe
Mucho se especuló si Poe se inspiró en alguna mujer real para recrear a Annabel Lee, varias fueron las mujeres de la época que se atribuyeron ser las inspiradoras de este personaje. La teoría más extendida es que se inspiró en su prima y esposa Virginia Clemm muerta dos años antes. Muchos son los parecidos entre las dos: Virginia fue la única mujer a la que amó Poe desde siempre, mucho más joven que él (se casaron cuando ella sólo tenía 13 años) y muerta en trágicas circunstancias. Algunos críticos aseguran que nunca se consumó dicho matrimonio, lo que daría otro parecido con el personaje, ya que Annabel Lee era doncella.
Tras la muerte de Virginia, Poe se sumergió en el alcohol y sus delirios que le hacían tener un comportamiento errático. Murió dos años después, en extrañas circunstancias aunque oficialmente su muerte fue atribuida al alcohol (tema del que hablaremos más adelante).
ANNABEL LEE
Hace de esto ya muchos, muchos años,
cuando en un reino junto al mar viví,
vivía allí una virgen que os evoco
por el nombre de Annabel Lee;
y era su único sueño verse siempre
por mí adorada y adorarme a mí.
Niños éramos ambos, en el reino
junto al mar; nos quisimos allí
con amor que era amor de los amores,
yo con mi Annabel Lee;
con amor que los ángeles del cielo
envidiaban a ella cuanto a mí.
Y por eso, hace mucho, en aquel reino,
en el reino ante el mar, ¡triste de mí!,
desde una nube sopló un viento, helando
para siempre a mi hermosa Annabel Lee
Y parientes ilustres la llevaron
lejos, lejos de mí;
en el reino ante el mar se la llevaron
hasta una tumba a sepultarla allí.
¡Oh sí! -no tan felices los arcángeles-,
llegaron a envidiarnos, a ella, a mí.
Y no más que por eso -todos, todos
en el reino, ante el mar, sábenlo así-,
sopló viento nocturno, de una nube,
robándome por siempre a Annabel Lee.
Mas, vence nuestro amor; vence al de muchos,
más grandes que ella fue, que nunca fui;
y ni próceres ángeles del cielo
ni demonios que el mar prospere en sí,
separarán jamás mi alma del alma
de la radiante Annabel Lee.
Pues la luna ascendente, dulcemente,
tráeme sueños de Annabel Lee;
como estrellas tranquilas las pupilas
me sonríen de Annabel Lee;
y reposo, en la noche embellecida,
con mi siempre querida, con mi vida;
con mi esposa radiante Annabel Lee
en la tumba, ante el mar, Annabel Lee.
(Traducido por Carlos Obligado)
Espero que os haya gustado.
Un beso a todos
21 abril, 2009
Súcubos, el precio de la lujuria
Los Súcubos, como los íncubos, son demonios sexuales que adoptan la forma de una hermosa mujer para robar la energía sexual de los hombres. La palabra Súcubo procede del latín succubus que significa "yacer debajo". Muchos de ellos responden a los nombres de Ábrahel, Lilit, Rusalka, Florina, Vasordiel o Iutzi.
A diferencia de los íncubos, los súcubos siempre adoptan una forma atractiva, la forma de una mujer joven, hermosa y voluptuosa, ya que los hombres se excitan ante semejante visión y caen fácilmente a la tentación. Por eso, en el caso de los súcubos no es necesario el precalentamiento elaborado que utilizan los íncubos con las mujeres, sólo necesitan parecer lo suficientemente tentadoras para atrapar la atención de su víctima.
Normalmente el hombre, después de un encuentro con un súcubo, tendrá la sensación de haber tenido un sueño sexual muy vívido, ya que sus recuerdos serán borrosos y desconcertantes. Tras una noche de múltiples eyaculaciones, en un loco frenesí, lleno de deseo y miedo, se encontrará extremadamente cansado y débil y obsesionado por los recuerdos morbosos de lo que él cree un sueño.
Aún siendo conscientes de estar bajo el influjo de un súcubo, el hombre seguirá manteniendo relaciones y derramando su semen, noche tras noche, convirtiéndose esta relación en todo su mundo, dejando todo lo demás de lado, permitiendo que éste se alimente de él hasta su muerte.
Las víctimas preferidas de los súcubos son los religiosos y los artistas. Los artistas porque se les supone que tienen una sensibilidad más desarrollada lo que provoca una mayor energía sexual. El caso de los religiosos es, evidentemente, porque resultan un triunfo adicional: no sólo destruyen a un hombre, también a un servidor de Dios.
Dependiendo de las diferentes leyendas y tradiciones alrededor de estos demonios, las características de los súcubos cambian y también su forma de actuación. En algunos casos se hablan de demonios masculinos que toman la apariencia de una mujer hermosa para consumir al hombre; en otras, de demonios femeninos que castran o matan al hombre durante el propio acto sexual. En muchos casos, se trata de mujeres con características animales que realzan su exótica belleza: hermosas cornamentas, alas de murciélago, colmillos, etc.
De vez en cuando, simplemente aparecen como una mujer atractiva en los sueños, en los que la víctima no puede deshacerse de ella, ni olvidarla. Los súcubos atraen a los hombres y en algunos casos, el hombre ha llegado a enamorarse perdidamente de ella. Incluso fuera del sueño, ella no deja su mente. Siguen agotando lentamente la energía de su víctima.
Espero que os guste.
19 abril, 2009
Íncubos: los demonios del placer
Según la tradición cristiana, tanto los súcubos como los íncubos descienden de los Nefalines, ángeles caídos por apoyar a Lucifer en su rebelión y que, tras su caída, engendraron una raza degenerada que dio lugar a diversos tipos de demonios.
La palabra Íncubo, procedente del latín incubare (yacer), significa "me acuesto sobre ti". Atienden a nombres como Zabulón, Leviatán, Belaam o Alpiel Efelios entre otros.
Los íncubos se tratan de demonios con forma masculina que seducen a las mujeres por la noche, en la cama, casi siempre mientras éstas duermen. Atacan a todo tipo de mujeres, sin importarles su edad, apariencia física o estado civil, lo único que les importa es que sea mujer y que tenga una mínima energía sexual para alimentarse de ella.
La apariencia del íncubo no es necesariamente atractiva, es más, en la mayoría de los casos no lo es, ya que lo que se busca no es la seducción y enamoramiento de sus victimas sino despertar en ellas los instintos sexuales más bajos y primordiales. Motivo este por el que el íncubo adopta diferentes formas según la zona donde actúe: unas veces es representado como un enano barrigudo; otras como un señor alto, delgado y peludo; otras como un joven apuesto y bien vestido; y, incluso, como un pájaro de fuego. En todos los casos, y sin excepción, el íncubo está dotado de un miembro viril descomunal.
Cuando un incubo ha elegido su "victima" no se le aparece inmediatamente, ni se produce un acercamiento real a la persona para llevar a cabo sus planes. Sino que se cuela en los pensamientos de la mujer y siembra el deseo y la lujuria, provocándole sueños eróticos muy fuertes y vívidos en los que la mujer se despierta completamente excitada y húmeda. En esos sueños o pensamientos las imágenes sexuales que son enviadas son muy exageradas y pervertidas con el fin de alimentar el deseo y prepararla para su visita.
Tras varias noches de precalentamiento y cuando intuye que está preparada para recibirle, el íncubo se materializa en la habitación de su victima y se une a ella por medio de unos coitos tan salvajes y placenteros que la mujer obtiene cientos de orgasmos, a veces entrecortados por momentos de lucidez que provocan vergüenza y horror por su comportamiento y por los actos realizados.
A la mañana siguiente, la victima se siente débil y abatida, esto es debido a que el íncubo ha empezado a extraer su energía erótica (aumentada por los orgasmos) a través del coito. Aunque la mujer no recuerda prácticamente nada de lo sucedido, piensa que lo poco que recuerda es un sueño erótico brutal y extraño que la ha dejado agotada. Sin embargo, la sangre y el semen que aparecen en sus orificios y en las sábanas hacen sospechar que se trata de una experiencia real para la que ella no tiene explicación.
Noche tras noche, el íncubo se materializa y se alimenta de su victima, que, enganchada al placer que obtiene, es capaz de dejar a su marido, hijos, familia,… todo, para consagrarse únicamente al demonio. De forma que el demonio se va haciendo cada día más fuerte mientras que su victima se debilita progresivamente, llegando en ocasiones a sufrir ataques al corazón o una muerte violenta ocasionada por el intenso placer sexual que su cuerpo, ya debilitado, no soporta.
Hay ocasiones, en las que de estas uniones, la mujer queda embarazada del íncubo. Sobre estos casos hay multitud de versiones y teorías, las más extendidas son las que aseguran que, de estos embarazos, pueden darse a luz bebés muertos o retrasados mentales, abortos con apariencia medio humana medio animal, y criaturas deformes y perversas que ya de mayores desarrollan una especial inclinación por el mal. Incluso hay teorías que aseguran que en una de estas uniones será engendrado el Anticristo.
Por otro lado, también existen versiones en las que los seres nacidos tienen impresionantes poderes mágicos, o seres con grandes capacidades sobrenaturales, llegando incluso a decirse que el mago Merlín era hijo de un íncubo y una prostituta.
Como veis versiones para todos los gustos.
Espero que os guste.
16 abril, 2009
Los Guardianes de las Catedrales: las Gárgolas
A diferencia de otros seres mágicos, las gárgolas necesitaban también la protección del hombre, puesto que al estar indefensas en las horas diurnas, podían ser destruidas. De esta forma el hombre y la gárgola hicieron una alianza que, por desgracia, fue destruida por el hombre al traicionar a sus alados amigos.
Este mito se perdió durante siglos para reaparecer en la Edad Media como custodios de iglesias y catedrales contra el mal y los demonios.
El nombre de Gárgola proviene de una antigua leyenda francesa. Se contaba que existía un dragón conocido bajo el nombre de La Gargouille de cuello largo, boca alargada provista de potentes mandíbulas y alas membranosas que vivía en una cueva cercana al río Sena.
La Gargouille tenía aterrorizada a la población, creaba el caos y destrucción por donde pasaba, se alimentaba de seres humanos, destruía con el fuego de su aliento todo aquello que se interponía en su camino, destrozaba y hundía barcos, y, también, escupía una inmensa cantidad de agua que provocaba inundaciones.
Para aplacar su ira, los habitantes del cercano Rouen le ofrecían cada año un sacrificio humano, normalmente el sacrificado resultaba ser un criminal ya condenado que de esta forma pagaba sus delitos. Cuando no había condenados que sacrificar se le entregaba una doncella, cosa que gustaba mucho más al dragón.
Un sacerdote cristiano llamado Romanus, en el año 600, llegó a Rouen proponiendo al pueblo librarles del dragón a cambio de ser bautizados en la fe cristiana y construir una iglesia para el culto. El pueblo por supuesto aceptó.
Así, Romanus equipado con los elementos necesarios para un exorcismo (campana, vela, libro y cruz) acompañó al reo que iba a ser entregado al dragón. Dominó al monstruo con la sola señal de la cruz, transformándolo en un ser dócil que se dejó atar con una cuerda.
La Gargouille fue quemado en la hoguera, a excepción de su cabeza y su cuello que, como estaban acostumbrados a las elevadas temperaturas de su aliento no ardían, en vista de lo cual, se decidió montar la cabeza sobre el ayuntamiento para que sirviera de recordatorio de los malos momentos que se habían vivido y como señal de advertencia.
Esta leyenda viene a explicar tanto el origen de la palabra gárgola como el porqué las gárgolas de las catedrales eran usadas como sumideros de agua, evitando la erosión de la pared, al estar ubicadas en las cornisas de las iglesias y catedrales medievales. Los primeros ejemplos góticos de gárgolas son las que se pueden observar en la Catedral de Lyon y en la Catedral de Notre-Dame de París.
El rasgo distintivo de las gárgolas góticas es que nunca son bellas, son intencionadamente horribles, grotescas o irónicas. Las gárgolas eran algo más que una decoración funcional, si bien su significado profundo permanece aún sin determinar. Entre las numerosas que pueblan los edificios medievales no se han podido encontrar dos iguales, demostración de la extraordinaria imaginación de sus constructores. La gran variedad, tanto en formas como en significados, va en contra del uso típicamente medieval, esto es de por si extraño; es evidente que debía haber un mensaje transmitido a través de las gárgolas. Es por ello que encontramos gárgolas no sólo en iglesias y catedrales, sino también en edificios seculares y casas privadas.
Son muchas las explicaciones que se han intentado buscar, a lo largo de los siglos, para explicar el significado oculto de las gárgolas. Se han visto como símbolos de lo impredecible de la vida, pues nunca representan especies animales conocidas.
En otros casos, se ha dicho que son las almas condenadas por sus pecados, a las que se impide la entrada en la casa de Dios. Esta podría ser una interpretación apropiada, especialmente, para las gárgolas más visibles y terroríficas, que pueden servir como ejemplo moralista de lo que puede ocurrirle a los pecadores.
De todas las explicaciones posibles, la más aceptada es aquella que nos habla de ellas como guardianes de la Iglesia, signos mágicos que mantienen alejado al diablo. Esta interpretación puede explicar el porqué de tan diabólicos y espantosos aspectos y su ubicación fuera del recinto sagrado.
Entre las posibles interpretaciones que se han atribuido a las gárgolas destacan aquellas que las asimilan a representaciones del demonio, tan presente en el imaginario colectivo medieval, que recuerda al cristiano la necesidad de seguir los preceptos religiosos si quiere escapar del infierno.
Espero que cuando veáis a una de estas gárgolas tengan para vosotros un sentido diferente del que tenían anteriormente y que podáis imaginar que de noche despliegan sus alas para protegernos de las fuerzas del mal.
Un beso a todos
14 abril, 2009
A Santa Compaña. Leyenda gallega.
La Santa Compaña está formada por un grupo de ánimas que van alineadas en dos filas, vestidas de blanco, con túnicas negras o envueltas en sudarios, con los pies descalzos, aunque sus pies no tocan suelo, ya que flotan a unos diez centímetros de él. Sólo se ven de frente ya que por detrás están huecas como si fueran cortezas de árbol. Van en completo silencio, emitiendo rezos o tocando la campanilla y portando velas, dejando a su paso un profundo olor a cera y el viento que levantan a su paso. En lo que todos coinciden es que siempre llevan un ataúd.
A su paso, cesan todos los ruidos del bosque y los animales quedan en un inquietante silencio. Los perros anuncian la llegada de la Santa Compaña aullando de forma desmedida, y los gatos huyen despavoridos.
Pese a que pueden ser vistos cualquier noche del año, y en algunos casos también pueden ser vistos de día, existen dos noches al año donde su presencia es casi obligada: la noche de Todos los Santos (1 de noviembre) y la noche de San Juan (24 de junio).
Esta tenebrosa procesión de difuntos ha recibido numerosos nombres, solo en Galicia: Santa Compaña, Hoste, Visión, Acompañamiento o Estadea. En Asturias recibe los nombres de Hueste o Güestia; en Extremadura, Corteju de Genti de Muerti; en León La hueste de las ánimas; y en Francia, Mesnie u Hoste. Todas ellas con la misma finalidad, salen normalmente de noche en un eterno peregrinar con el único fin de encontrar a algún vivo que pase a formar parte de sus filas.
En la Santa Compaña, por lo que cuenta la tradición, nunca falta un cojo y cada uno de sus miembros lleva una vela que el viento jamás puede apagar al tratarse, en realidad, de huesos de difuntos encendidos. El Estadea es quien lidera la comitiva y se trata de un ánima de mayor tamaño y poderío. Otras tradiciones aseguran que quien encabeza la comitiva es un vivo que ha tenido la desgracia de toparse con la procesión y se ve obligado a incorporarse a ella.
El condenado puede ser tanto hombre como mujer. Según la tradición, esta persona no recuerda durante el día lo acontecido durante la noche, y únicamente se pueden reconocer a las personas penadas con este castigo por su gran palidez y un adelgazamiento excesivo en poco tiempo. Cada noche la luz que porta será más intensa y cada día su palidez más intensa. No se les permite descansar ninguna noche, lo que provoca que su salud se quiebre y la persona se debilite hasta enfermar, sin que nadie pueda explicar su extraño mal. Está condenado a vagar junto a la lúgubre comitiva hasta su muerte o hasta que otro incauto sea sorprendido, lo que les permite pasarles la cruz y la luz y quedar libres.
Antonio Fraguas asegura que La Compaña tiene que estar integrada por un mínimo de cinco ánimas y llevar una cruz, un estandarte, un caldero para el agua bendita, un farol y una campanilla. También asegura que el que va delante normalmente es un vivo que lleva la cruz o la vela y, si éste no se la pasa a otro ser humano, fallece en poco tiempo.
Esta compañía es tan respetada y temida que ni el propio Diablo se aparece a nadie antes de la una de la madrugada, ya que la Santa Compaña sale a las doce de la noche. A esta hora, según cuentan las tradiciones, los difuntos se levantan de sus tumbas y se juntan en la Iglesia, y es cuando es más fácil verlos, aunque no todo el mundo tiene esa facultad.
12 abril, 2009
Hitler y la Lanza del Destino
La fascinación por el mito de la Lanza comienza con un Adolf Hitler muy joven, en Viena, en 1913, donde un fracasado estudiante de arte intentaba ganarse la vida vendiendo sus obras, unas pequeñas acuarelas, por las calles. Cuando hacia demasiado frío para la venta callejera, el joven Adolf Hitler se refugiaba en el museo de los Habsburgo. Allí conoció la Lanza. El joven Adolf se sentía especialmente atraído por un conjunto de piezas valiosas que eran conocidas como las insignias de los Habsburgo, entre ellas se encontraba la Lanza Santa.
Durante su primera visita a la lanza la estudió con todo detalle. Medía 30 cm de longitud, y terminaba en una punta delgada, en forma de hoja; en algún momento, el filo había sido ahuecado para admitir un clavo -al parecer, uno de los usados en la crucifixión-. El clavo estaba sujeto con un hilo de oro. La lanza se había partido y las dos partes estaban unidas por una vaina de plata; dos cruces de oro habían sido incrustadas en la base, cerca del puño.
Estos detalles que describen la fascinación de Hitler ante la lanza de los Habsburgo provienen del testimonio del doctor Walter Johannes Stein, matemático, economista y ocultista que afirmaba haber conocido al futuro Führer justo antes de la guerra de 1914. Stein nunca publicó sus memorias, pero antes de morir se hizo amigo de un ex oficial de comandos de Sandhurst, ahora periodista, Trevor Ravenscroft. Usando las notas y las conversaciones de Stein, Ravenscroft publicó en 1972 el libro Spear of Destiny (La lanza del destino) que por primera vez llamó la atención del público sobre la fascinación que sentía Hitler por la lanza de los Habsburgo.
¿Qué atractivo podía ofrecer la Santa Lanza, un símbolo cristiano, para el ex católico y violentamente anticristiano Adolf Hitler? Ya se había entregado a violentos desvaríos antisemitas, era un devoto discípulo del Anticristo de Nietzsche y sostenía su condena del cristianismo como «la última consecuencia del judaísmo».
Parte de la respuesta se encuentra en una tradición ocultista medieval vinculada con la historia de la Santa Lanza. Como cuenta el evangelio de San Juan, el soldado romano que hirió el cuerpo de Cristo cumplió, sin saberlo, las profecías del Antiguo Testamento (los huesos de Cristo no serían rotos). Si no hubiese hecho lo que hizo, el destino de la humanidad habría sido diferente. Según San Mateo y San Marcos, la verdadera naturaleza de Cristo fue revelada en ese momento al soldado, que se llamaba Cayo Casio Longinos: «Viendo el centurión que estaba frente a Él de qué manera expiraba, dijo: Verdaderamente este hombre era hijo de Dios». (San Marcos, 15:39)
Para la mentalidad ocultista, un instrumento usado para un propósito tan importante se transforma en un foco de poder mágico. Y, como dice sucintamente Richard Cavendish, hablando del Grial y la Lanza en su libro El rey Arturo y el Grial: "Una cosa no es sagrada porque es buena. Es sagrada porque contiene un poder misterioso y terrible. Es tan poderosa para el bien o el mal como una fuerte descarga eléctrica. Si es mal usada, por importantes y comprensibles que sean las razones, las consecuencias pueden ser catastróficas para personas totalmente inocentes".
Según Stein, Hitler tenía conciencia de este concepto ya en 1912; de hecho, fue la obsesión de Hitler por la lanza y su poder de «varita mágica» el motivo de que los dos hombres se conocieran. En el verano de 1912, el doctor Stein compró una edición de Parsival, romance sobre el Grial del poeta alemán del siglo XIII Wolfram von Eschenbach, a un librero ocultista de Viena. Estaba llena de comentarios manuscritos en los márgenes, que mostraban una combinación de sabiduría ocultista y racismo patológico. En las guardas, su anterior propietario había anotado su nombre: Adolf Hitler.
A través del librero, Stein encontró a Hitler y pasó muchas horas con él, horrorizado pero fascinado. Aunque pasarían años antes de que el mísero pintor de cromos diera los primeros pasos por el camino del poder, poseía ya un carisma maligno. A través de su tortuoso discurso, una obsesión destacaba claramente: tenía un destino místico que cumplir y, según Stein, la lanza era la clave.
Hitler describió a Stein cómo había adquirido la lanza su especial significado para él: "Lentamente me apercibí de una presencia poderosa que la rodeaba, la misma impresionante presencia que había experimentado interiormente en esas ocasiones únicas de mi vida en que había sentido que un gran destino me aguardaba... una ventana en el futuro que se abría, a través de la cual veía, en un relámpago de iluminación, un hecho futuro, en función del cual sabía, más allá de toda contradicción, que la sangre de mis venas se transformaría algún día en el vehículo del espíritu de mi pueblo".
Hitler nunca reveló la naturaleza de su «visión», pero Stein creía que se había visto a sí mismo un cuarto de siglo después en la Heldenplatz, frente al palacio Hofburg, dirigiéndose a los nazis austríacos y a los desconcertados ciudadanos vieneses. Allí, el 14 de marzo de 1938, el Führer alemán anunciaría su anexión de Austria al Reich alemán... y daría la orden de llevar los atributos de los Habsburgo a Nüremberg, hogar espiritual del movimiento nazi.
La toma de posesión del tesoro constituyó un gesto de benevolencia sorprendente, considerando que Hitler despreciaba a la casa de Habsburgo, a la que consideraba traidora a la raza germánica. Sin embargo, el 13 de octubre, la lanza y otros objetos fueron cargados en un tren blindado provisto de una guardia de SS, y cruzaron la frontera alemana. Fueron instalados en el vestíbulo de la iglesia de Santa Catalina, donde Hitler pensaba instalar un museo de guerra nazi. Stein creía que, cuando Hitler tuviera la lanza en su poder, sus ambiciones latentes de conquista empezarían a crecer y florecer.
Si los conocimientos de Hitler sobre la historia de la lanza eran tan amplios como decía Stein, tiene que haber estado al tanto de las leyendas sobre el destino de Carlomagno, Barbarroja y todos cuantos la habían blandido como un arma y habían perecido cuando escapó a su control. La leyenda parece haber sido confirmada por una inquietante coincidencia que marcó el final de su conexión con la Lanza.
Después de los intensos bombardeos aliados de octubre de 1944, durante los cuales Nüremberg sufrió enormes daños, Hitler ordenó que la lanza, junto con el resto del tesoro de los Habsburgo, fuera enterrada en una bóveda construida especialmente para dicho fin. Seis meses después, el Séptimo Ejército norteamericano había rodeado la antigua ciudad, defendida por 22.000 SS, 100 panzers y 22 regimientos de artillería. Durante cuatro días, la veterana división Thunderbird martilleó a estas formidables defensas hasta que el 20 de abril de 1945 -el día en que Hitler cumplía 56 años- la bandera americana victoriosa fue izada sobre las ruinas.
Durante los días siguientes, mientras las tropas norteamericanas localizaban a los supervivientes nazis y comenzaba el largo proceso de los interrogatorios, la Compañía C del Tercer regimiento del Gobierno Militar, al mando del teniente William Horn, era enviada en busca del tesoro de los Habsburgo. Por casualidad, un proyectil había facilitado su tarea, volando una pared de ladrillo y dejando a la vista la entrada de la bóveda. Después de algunas dificultades con las puertas de acero de la misma, el teniente Horn entró en la cámara subterránea y echó una ojeada a la polvorienta oscuridad. Allí, sobre un lecho de descolorido terciopelo rojo, estaba la fabulosa lanza de Longinos. El teniente Horn extendió la mano y tomó posesión de la lanza en nombre del gobierno de los Estados Unidos. La fecha, 30 de abril de 1945, está registrada en los textos de historia.
Y, por escépticos que sean los críticos -acerca de Walter Stein, el ocultismo en general y las leyendas de la Santa Lanza en particular- también es un hecho histórico que a unos cientos de kilómetros de distancia, en un bunker de Berlín, Adolf Hitler eligió esa tarde para coger una pistola y quitarse la vida.
Al finalizar la guerra y tras un intento fallido de traslado, la lanza es recuperada por los Aliados. Finalmente estos, a pesar de la fascinación que al parecer sintió por ella el general Patton, la devolvieron a sus legítimos propietarios regresando con el resto del tesoro a las vitrinas del museo vienés de Hofbrug.
Y también se cumple la leyenda de que la pérdida de la Lanza significaba la muerte, al suicidarse Hitler. Patton se fascinó por el arma antigua e hizo verificar su autenticidad, mas no pudo utilizar la lanza, pues tenía órdenes del general Dwight Eisenhower de que la regalía completa de Habsburgo incluyendo la lanza de Longinus debía ser devuelta al palacio de Hofburg. Es interesante observar que George Patton, en su poema a "través de un cristal oscuro", curiosamente se postula como Longinus en el Transcurso de alguna vida anterior.
En 1947, EEUU devolvió la lanza, pero algunos sospechan que se trataba de una réplica. Si esto suena descabellado, otra teoría sugiere que los nazis engañaron a los americanos; tras dejar una copia en Nuremberg, enviaron el original a Sudamérica. La más rocambolesca de todas es la versión de un submarino nazi camino de una base secreta en la Antártida, donde aguarda la llegada del IV Reich.
El rotativo británico The Sunday Times publicó recientemente un estudio metalúrgico de la lanza realizado para un documental de la BBC. Se confirma la cautela del museo vienés: la reliquia coincide con otras lanzas carolingias en el museo Británico. No es romana, es del siglo VIII.
09 abril, 2009
La Lanza del Destino
De acuerdo con la tradición, la Lanza del Destino o la Lanza Sagrada es llamada también Lanza de Longino o Lanza de Cristo. Estos nombres son los que recibe la lanza con la que un soldado romano, llamado Gaius Cassius Longinus, atravesó el cuerpo de Jesús cuando estaba en la cruz.
La Lanza es mencionada sólo en el Evangelio de Juan (19:33-34) y no aparece en ninguno de los evangelios sinópticos. En este texto se indica que los soldados romanos planearon romper las piernas de Jesús, una práctica conocida como crurifragium, que era un método doloroso de acelerar la muerte durante la crucifixión a los condenados. Momentos antes de que así lo hicieran, los soldados se dieron cuenta que Jesús ya había muerto y por eso decidieron que no tenía ningún sentido hacerlo. Para asegurarse uno de los soldados apuñala en el costado a Jesús con su lanza:
"Pero al llegar a Jesús, como lo vieron ya muerto, no le quebraron las piernas, sino que uno de los soldados le atravesó el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua" (Juan, 19:33-34).
De esta forma se hace realidad la profecía que había augurado que ninguno de los huesos de Jesús serían rotos en su tortura y muerte. Y por esto mismo, la Iglesia Católica,años más tarde, hizo santo a Longinus declarándolo como un instrumento de Dios para que todo lo predicho se cumpliera. La tradición católica nos cuenta como el agua y la sangre que manaron del costado de Jesús curaron la ceguera casi total que padecía Longinos.
La Santa Lanza fue recogida y puesta a salvo por José de Arimatea junto a otros objetos personales de Jesús, llegando a manos de San Mauricio, comandante de la Legión de Tebas martirizado junto a sus seis mil hombres por Maximiliano. De aquí pasaría a las de Constantino, dándole la victoria en la batalla de Puente Milvio contra Magencio, en las afueras de Roma. Iniciándose de esta forma la leyenda de sus poderes y la fascinación que este objeto despertó en los grandes lideres militares desde entonces.
Pero la simbología de la Lanza es mucho más complicada que lo que puede parecer a simple vista, su significado no puede ser totalmente comprendido sin tener en cuenta la simbología del Santo Grial, ya que su forma fálica es complementaria al recipiente uterino griálico. De la misma forma que tanto el Grial como la Lanza tienen un origen "divino" previamente relacionado con Jesús: según la tradición, el Grial fue tallado de la esmeralda caída de la frente de Lucifer, y la Lanza fue forjada por el profeta Fileas, y pasó por las manos de varios antiguos patriarcas antes de realizar su tarea divina.
Actualmente hay censadas cuatro lanzas santas,tal y como explica Jesús Callejo, la más famosa de ellas es lógicamente la que se conserva en el Vaticano.“La segunda lanza está en París, adonde fue llevada por San Luis en el siglo XIII, cuando regresó de la última cruzada de Palestina. La tercera es la que se custodia en el museo del palacio Hofburg, en Viena (Austria), también llamada Casa del Tesoro, y es la que posee una genealogía más fascinante, porque fue la que encandiló a Constantino el Grande, a Carlomagno, a Federico Barbarroja y a Hitler. La cuarta lanza en litigio se conserva en Cracovia (Polonia), pero tan sólo es una copia de la vienesa que Otón III regaló a Boleslav el Bravo”.
La tercera, la que se conserva en Viena es la más antigua y la más interesante por su historia. Es considerada por mucho la verdadera Lanza del Destino y fue el objeto de persecución de muchos lideres desde Constantino el Grande a Hitler, su último poseedor. También se asocia a este objeto una curiosa maldición, que aquel que pierde la Lanza muere. En el caso de Hitler el mismo día que las tropas americanas lideradas por Patton recuperaron la reliquia, Hitler se suicidó en su refugio junto a su esposa.
En el próximo artículo conoceremos más detenidamente la historia de Hitler y su obsesión por la Lanza.
Un beso a todos
01 abril, 2009
Perros negros
Una respiración profunda, unas pisadas detrás tuya, notas como tu corazón se encoge y una sensación de miedo te invade. Miras nerviosamente buscando aquello que te acecha pero la sensación se acentúa, notas un aliento sobre ti pero allí no hay nadie, unos gruñidos salvajes se acercan y corres buscando un refugio. Las pisadas suenan más cerca, más fuertes, oyes su respiración y el terror inunda tu mente llenándote de un loco frenesí por huir. De repente una figura negra surge de la oscuridad, tiene el lomo erizado, una gran bestia furiosa te esta mirando con sus ojos inyectados en sangre, te gruñe mostrando sus grandes colmillos y su boca rezuma espuma….. Te quedas paralizado por el terror, sabes que no puedes escapar: estás frente a un perro negro.
¿Nos hemos puesto en situación?
Muchos asocian el mito del perro negro a la cultura anglosajona pero eso no es cierto. Se tienen noticias de perros negros a lo largo de la historia en Europa, América, Asia y África y siempre asociados a algún tipo de mal o de demonio. La primera aparición de estas criaturas conocida (y de la que tenemos documentos) data de 1127 en Inglaterra, en la ciudad de Peterborough: "Durante una jornada de caza muchos hombres vieron y oyeron a una gran bestia, era negra, horrible y enorme, todos montaron en sus caballos para perseguirla. Sus ojos eran grandes y tenebrosos." (Recogido por McEwan en 1986).
En cada zona los perros negros tienen un nombre diferente pero podemos distinguirlos perfectamente de otros mitos ya que sus historias se repiten prácticamente iguales en todas las culturas. Algunos de estos nombres que se les atribuye, a parte de perros negros (Black dogs), son Barguests, Padfoots o Hooters.
Muchos de estos perros negros están asociados a un lugar o área en particular. Son vistos frecuentemente en lugares donde han ocurrido violentos crímenes o matanzas. Suelen estar en entornos rurales, cerca de sepulcros, puentes y en zonas cercanas al agua como pozos, ríos, lagos… Se les suele asociar con sitios malditos o con supuestas entradas al infierno. Y, aunque a veces han sido avistados de día, la noche es su elemento natural.
A veces, tras verlos una vez, tienes la sensación de ser vigilado y escuchas su respiración, oyes voces y gruñidos aunque no los veas, oyes las pisadas de unas patas tras de ti, y suelen terminar atacando a sus objetivos e incluso matándolos. Pueden cambiar de tamaño y de forma, incluso en algunos relatos, pueden adoptar forma humana. A veces se aparecen en sueños y te atacan antes de ver uno, y en esos casos siempre acaba con la muerte del que los ve.
Su leyenda se remonta a miles de años, ya en la antigua Grecia, se sacrificaban perros negros para evitar la peste, esta creencia fue adoptada por los griegos de los pueblos eslavos cercanos, en los que existía la creencia de que la peste llegaba a sus pueblos en forma de perro negro.
Tampoco podemos olvidarnos de la cacería salvaje de los pueblos germánicos, que creían que en ciertos bosques y lugares existía una hueste de muertos en forma de perros negros que perseguían al incauto caminante. Este mito se relaciona con el temor que genera el escuchar aullidos de perro por la noche al asociarlos a la muerte.
A pesar de que hay diferencias regionales, los perros negros suelen tener unas características muy específicas, tienen el tamaño de un ternero, musculosos, con unos escalofriantes ojos rojos y su pelaje oscuro completamente enmarañado.
¡Procurad no encontraros en un camino oscuro en mitad de la noche!
Más adelante os contaré diferentes historias y leyendas relacionadas con los perros negros, pero de momento procurad no encontraros en un camino oscuro en mitad de la noche.
19 marzo, 2009
Madrid, la ciudad de los hombres sin patria
A la muerte de Bianor, su hijo Tiberis le sucedió en el trono. Tiberis tuvo dos hijos, su hijo legitimo Tiberis que era su heredero, y Bianor, nacido de los amores de Tiberis con una bella aldeana llamada Mantua. Para evitar que a su muerte los hermanos pudieran disputarse el trono, Tiberis dio a Mantua una fabulosa fortuna con una única condición, debía de irse de su reino con su hijo y no regresar jamás.
Mantua y su hijo partieron rumbo a Italia donde ella fundó la ciudad de Manto, conocida actualmente como Mantova.
Cuando Bianor se convirtió en hombre el dios Apolo se le apareció en sueños para decirle que debía rehusar el trono que le ofrecía su madre y partir inmediatamente con sus hombres en dirección a la tierra donde muere el sol. Pese a las súplicas y ruegos de su madre, Bianor decidió obedecer a Apolo y antes de partir, aconsejado por Mantua, se puso el apodo de Ocno, que significaba "el don de ver el porvenir en los sueños".
El viaje de Ocno duró diez años. Una noche Apolo volvió a presentarse ante él en sueños para indicarle que era en ese mismo lugar donde debía fundar una ciudad a la que tendría que ofrendar su propia vida.
Por la mañana Ocno, con sorpresa, pudo ver un terreno apacible, rico en vegetación de encinas y madroños y con abundante agua. Cerca de su campamento unas bondadosas gentes pasteaban sus rebaños, se hacían llamar "Carpetanos" o "Los sin ciudad", ya que era un pueblo nómada que esperaban una señal de los dioses para poder asentarse en algún lugar.
Cuando Ocno se enteró de esto les contó su sueño. Inmediatamente empezaron a construir una muralla, un templo, un palacio y casas. Una vez terminada la ciudad, el conflicto estalló entre sus habitantes debido a que era el momento de consagrar la ciudad a un dios, y pese a que Ocno y sus hombres querían consagrarlo a Apolo, los demás eran partidarios de diversas divinidades, volviéndose un enfrentamiento insuperable.
Al ver que no había manera de llegar a un entendimiento, Ocno volvió a convocar a Apolo en sus sueños para suplicarle que les diera una solución aceptable para todos. Apolo acudió a su llamada y le ordenó dos cosas para que cesara la discordia y poder salvar así a la ciudad: la primera, era que la ciudad debía ser consagrada a la diosa Metragirta, llamada también Cibeles, diosa de la tierra, hija de Cronos; y la segunda, que había llegado el momento de que Ocno ofreciera en sacrificio su propia vida por la salvación de la ciudad.
Al día siguiente, Ocno transmitió su sueño a las gentes de la ciudad y mandó construir un pozo profundo. Una vez terminado, se introdujo en el mismo y mandó tapar la boca del pozo con una enorme losa tallada.
Todo el pueblo se sentó alrededor del pozo mientras oraban y entonaban cantos fúnebres, hasta que, la última noche de aquella luna, se desató una terrible tormenta y de las cumbres de Guadarrama descendió en una nube la diosa Cibeles, arrancando a Ocno de su tumba y haciéndolo desaparecer con ella.
Desde aquel momento la ciudad se llamó con el nombre de la diosa, Metragirta. Después, pasó a ser Magerit, y de este pasó a llamarse Madrid, "la ciudad de los hombres sin patria".
Espero que os haya gustado.
Besos
16 marzo, 2009
Cuervos y cuervos...
13 marzo, 2009
Erase una vez...
Con los años y el paso del tiempo la dura realidad aplastó a todos estos seres que tanto nos hicieron soñar. Perdimos nuestra imaginación e inocencia en post de las hipotecas y las facturas. Nuestros horizontes ya no alcanzan a ver castillos encantados, ni bosques misteriosos, ni lejanos y exóticos jardines. Nuestros castillos son casa de 70 metros con suerte, y que realmente no nos pertenecen (solo al banco); los bosques misteriosos los hemos convertido en enormes farolas que iluminan nuestras carreteras mientras vamos o volvemos del trabajo; y los jardines exóticos en dos o tres tristes macetas que a veces nos acordamos de regar.
Y del príncipe encantado mejor ni hablamos....
Soñemos. Impregnémonos de aquel espíritu de nuestra niñez y dejemos que los sueños curen nuestras almas y nuestras mentes. Que las fantasías iluminen nuestras cansadas mentes, y que se enriquezcan nuestros espíritus marchitos.
Un saludo a todos.