06 octubre, 2010

Arcangel Gabriel, la Fuerza de Dios


Gabriel en hebreo significa la “Fuerza de Dios”. En el Islam es conocido bajo el nombre de Jibril. Es uno de los tres arcángeles principales, encargados de realizar misiones importantes encargadas por Dios, junto con Rafael y Miguel, en las religiones judía, cristiana e islámica. Su festividad es el 29 de Septiembre, día que también se celebra la festividad de Miguel y Rafael.

Gabriel es el ángel de la Anunciación, de la muerte y la resurrección, de la venganza y la compasión. Aunque su función más conocida es la de mensajero de Dios, donde nos revela la voluntad de nuestro Señor. Por ello recibe el apodo de “angélico mensajero”. Realizando esta función lleva a cabo la Anunciación de María y, en el Islam, le revela a Mahoma el Corán.

Se le representa comúnmente en su función de mensajero de Dios, son comunes las representaciones de Gabriel en la Anunciación o la revelación a Mahoma, aunque también es común que se le represente llevando un mensaje escrito en la mano.

Gabriel también es representado con un lirio en la mano, símbolo de la Virgen María, o con una trompeta, símbolo del Juicio Final.

Según la tradición hebrea, Gabriel es representado con 140 pares de alas.

En el día del Juicio Final será Gabriel el que tocará la trompeta que despertará a las almas de los muertos que descansan en sus tumbas.

En la Pseudoepígrafa, que contiene las visiones apocalípticas de varios profetas y visionarios, Gabriel Revela al profeta Ezra los Siete Caminos de la Divina Presencia. Estos son los caminos que un alma debe recorrer para poder llegar a Dios si finalmente es merecedor de ello. Estos caminos son los que atraviesan los Siete Cielos. Gabriel rige el Primer Cielo.

Según le revela Gabriel, el primer camino es terrible y fascinante. El segundo, es aterrador e indescriptible. El tercero, se trata de un infierno helado. El cuarto, es un camino que está marcado por escalofriantes batallas. En el quinto camino se produce una transformación: si el alma es justa comenzará a brillar; si es pecadora, se oscurecerá. En el sexto camino el alma justa es tan brillante como el sol. En el séptimo, Gabriel guía al alma justa al Gran Trono Divino, que está frente al Jardín del Edén y donde resplandece la Gloria de Dios.

En el tercer Libro de Enoch es Gabriel, y no Miguel, el que rige el fuego, y rige el Sexto Cielo en lugar del Primero.

En la tradición hebrea, Gabriel perdió el favor de Dios por no obedecer una orden de la manera en la que se le había ordenado. En aquel tiempo, Dios estaba furioso por los pecados del pueblo de Israel y, como castigo, ordenó a Gabriel que les enviara una lluvia d carbones de fuego sobre ellos y, luego, ayudará a los babilonios a destruir a los supervivientes del fuego divino.

Gabriel, lleno de compasión por Israel, escogió al ángel más ocioso del Cielo para que cumpliera la misión. El ángel se tomó tanto tiempo en reunir los carbones que estos se enfriaron antes de ser lanzados y no ocasionaron destrucción alguna. Por su parte, Gabriel convenció a los babilonios de no destruir al pueblo de Israel, de sólo obligarlos a emigrar.

Cuando Dios se dio cuenta de la jugada de Gabriel, lo llamó a su presencia, y tras recibir varios latigazos de fuego por su desobediencia, le ordenó permanecer detrás de la Cortina Sagrada que protege el Trono de Dios, es decir, fuera de la Corte Celestial. Durante sus 21 días de castigo, fue sustituido por Dubbiel, el regente del pueblo persa.

Durante este tiempo los judíos fueron cruelmente perseguidos por el pueblo persa. Pero Gabriel, que esperaba una oportunidad de ser restablecido en sus funciones, durante uno de los concilios celestiales, hizo una sugerencia tan brillante que fue restituido de inmediato a su posición frente al Trono del Señor. Dubbiel se convirtió más tarde en uno de los ángeles que se rebeló contra Dios.

Cuando una persona muere, Gabriel es enviado para llevarlo a descansar y buscar el perdón de sus pecados. También es él quien guía a los espíritus a la tierra durante cada encarnación. Es por ello que sabe cuando va a nacer un niño, hecho por el que fue escogido para anunciar a María su estado de buena esperanza, lo que le otorga el título de Ángel de la Anunciación.

Las mujeres que desean quedarse embarazadas le rezan a Gabriel para que se pueda producir el milagro, esto le otorga el título de Ángel de la esperanza. Tanto es así que, en la tradición hebrea, se cree que Gabriel instruye al niño en el vientre de su madre durante los nueve meses de embarazo.

Cuando una persona es desahuciada por la medicina, se pide a Gabriel para que interceda ante Dios y se pueda prolongar la vida del enfermo.

Gabriel se sitúa en el Oeste, allí donde se pone el Sol, y de esta manera sella la puerta donde mora el Mal. La tradición esotérica afirma que el Oeste es la puerta del Mal porque, cuando se pone el Sol, la Tierra se cubre con la oscuridad de la noche, y la noche siempre ha estado asociada a las fuerzas malignas.

Como ángel anunciador del Juicio Final está representado en el Tarot en el arcano 21 llamado el Juicio. En este arcano se ve a un ángel tocando una trompeta mientras dos adultos, normalmente hombre y mujer, y un niño se levantan de sus tumbas para ser juzgados.

Espero que os haya gustado.

Un beso a todos

4 comentarios:

natalia dijo...

Hola,
Que bien que has vuelto me gusta mucho tu blog ,me pasare con mas freguencia para ver tu blog.
Un saludo

Diabulus dijo...

Gracias guapa, me ha costado mucho volver, pero ya estoy de vuelta.
Nos vemos en los blogs. Un besazo

Victoria dijo...

Hola cielo, que te devuelvo la visita :) Me alegra ver que sigues en la misma linea. Besos.

ana dijo...

excelente... gracias por la info he estado averiguando acerca del tema y no es muy facil accesar...