Cuervos y cuervos...
Este fin de semana estuve pensando cual sería el tema elegido para este artículo, no me llevo mucho tiempo decidir que lo más justo era que tratara sobre los animales que dan nombre a este blog. He de reconocer que mi relación con todo tipo de pájaros se puede clasificar como mínimo de conflictiva y difícil, que tiene que ver con incidentes del todo traumáticos y desastrosos (y no es que no me gusten las aves, que me gustan. ¡Por favor hermanita dejémoslo ahí!).
Dentro de las aves existen varias con una gran carga simbólica por su fuerza y figura. Una de estas aves es el cuervo.
Actualmente, los cuervos son animales relacionados con la brujería y el demonio. Seres cargados de maldad y portadores de males augurios. Esta visión se impuso con la llegada del Cristianismo que vio en el cuervo, con su brillante plumaje negro, la antítesis de la blanca paloma, símbolo de paz, inocencia y pureza. El cuervo como animal carroñero que es, pasó a ser portador de la muerte, la peste y la guerra.
Hay que reconocer que esta visión no sólo tuvo que ver con su apariencia. La Iglesia, con esta concepción del cuervo, no tuvo sólo en cuenta que aparentemente era lo contrario que la paloma, eso es realmente lo más anecdótico. Su satanización se debió puramente a una forma de debilitar la visión "pagana" de este animal, que era adorado y considerado como un símbolo de la sabiduría, de esperanza y de fertilidad, y como un ave parlante que es, se le atribuía poderes proféticos y adivinatorios y se creía que también poseían poderes curativos y sanadores.
En muchas culturas el cuervo era adorado como un verdadero dios, uno de los casos más destacados se da en las tribus indígenas de Norteamérica donde era uno de los animales sagrados más importante y poderoso. Dentro de las culturas norteamericanas el cuervo era considerado como los orígenes del hombre. Se cuenta que el cuervo (animal sagrado) encontró a los humanos dentro de una almeja y los protegió de otros dioses con sus engaños hasta que estos pudieron alimentarse y vivir por si solos. También se cree que el cuervo vuelve a recoger las almas de los hombres que mueren ayudando a ésta a pasar al otro mundo.
En Europa existen muchos ejemplos de esta visión. Los cuervos eran alimentados y mantenidos en los templos de Grecia y Roma porque se pensaba que traían sueños proféticos. El propio Odín, en la mitología nórdica se representaba acompañado siempre de dos cuervos negros. En Egipto, era adorado como dios.
Y, más recientemente, y sin ir más lejos, podemos ver el cuidado que se tiene con los cuervos en la Torre de Londres debido a una profecía que augura que el día que estos animales abandonen la torre, el imperio británico caerá.
Espero que estas líneas ayuden a modificar la visión maléfica de estos animalitos y a quitarnos viejos miedos y supersticiones. Nada es tan sumamente malo.
Espero que os guste
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