Erase una vez...
...Así comenzaban casi todas las historias que nos contaban de niños, cada vez que oías estas tres palabras sabías que un maravilloso relato repleto de fantasía iba a llenar nuestras infantiles vidas. Un mundo repleto de lobos feroces, brujas malas, príncipes encantados y tesoros escondidos se abrían a nosotros inundando nuestros sueños. Algo realmente maravilloso para el alma.
Con los años y el paso del tiempo la dura realidad aplastó a todos estos seres que tanto nos hicieron soñar. Perdimos nuestra imaginación e inocencia en post de las hipotecas y las facturas. Nuestros horizontes ya no alcanzan a ver castillos encantados, ni bosques misteriosos, ni lejanos y exóticos jardines. Nuestros castillos son casa de 70 metros con suerte, y que realmente no nos pertenecen (solo al banco); los bosques misteriosos los hemos convertido en enormes farolas que iluminan nuestras carreteras mientras vamos o volvemos del trabajo; y los jardines exóticos en dos o tres tristes macetas que a veces nos acordamos de regar.
Y del príncipe encantado mejor ni hablamos....
Soñemos. Impregnémonos de aquel espíritu de nuestra niñez y dejemos que los sueños curen nuestras almas y nuestras mentes. Que las fantasías iluminen nuestras cansadas mentes, y que se enriquezcan nuestros espíritus marchitos.
Un saludo a todos.
Con los años y el paso del tiempo la dura realidad aplastó a todos estos seres que tanto nos hicieron soñar. Perdimos nuestra imaginación e inocencia en post de las hipotecas y las facturas. Nuestros horizontes ya no alcanzan a ver castillos encantados, ni bosques misteriosos, ni lejanos y exóticos jardines. Nuestros castillos son casa de 70 metros con suerte, y que realmente no nos pertenecen (solo al banco); los bosques misteriosos los hemos convertido en enormes farolas que iluminan nuestras carreteras mientras vamos o volvemos del trabajo; y los jardines exóticos en dos o tres tristes macetas que a veces nos acordamos de regar.
Y del príncipe encantado mejor ni hablamos....
Soñemos. Impregnémonos de aquel espíritu de nuestra niñez y dejemos que los sueños curen nuestras almas y nuestras mentes. Que las fantasías iluminen nuestras cansadas mentes, y que se enriquezcan nuestros espíritus marchitos.
Un saludo a todos.
Comentarios
soy laura visitame!!