Los ángeles de Mons. Una leyenda de la I Guerra Mundial.

 

En los crudos campos de batalla de la Primera Guerra Mundial, donde la muerte y la desolación eran moneda corriente, surgió una leyenda que cautivó la imaginación de muchos: los Ángeles de Mons. Esta historia, tejida entre la realidad y la mitología, cuenta un hecho sobrenatural, o incluso divino, que supuestamente ocurrió durante la Batalla de Mons en agosto de 1914.

La ciudad de Mons se halla a unos 55 kilómetros al Suroeste de Bruselas y es la capital de la providencia de Hainaut. Por su situación, Mons ha sido a través de su historia protagonista de muchos hechos bélicos y ha conocido diversas dominaciones y es donde sucede nuestra leyenda.

La noche del 23 al 24 de agosto de 1914, las fuerzas expedicionarias británicas se enfrentaron a las alemanas, comandadas por el general Alexander von Kluck, en un choque crucial en la línea Mons-Charleroi-Namur. A pesar de estar en clara desventaja numérica, los soldados británicos, comandados por el general French, lucharon valientemente, pero finalmente se vieron obligados a retirarse al día siguiente. Esta batalla fue un momento clave en la guerra y marcó el inicio de la percepción británica de que derrotar a Alemania no sería tan fácil como se había pensado inicialmente.

El 29 de septiembre de 1914, el autor galés Arthur Machen publicó un relato corto titulado “The Bowmen” en el periódico inglés The Evening News. Inspirado tanto por escritos sobre la batalla de Mons como por su propia imaginación, Machen creó una historia que se desarrolla en plena Primera Guerra Mundial y que actuó como un relato patriótico que ayudó al alistamiento masivo de ciudadanos británicos.

En “The Bowmen” (los arqueros), Machen narra un evento extraordinario: los arqueros liderados por San Jorge de Capadocia, famoso por su papel en la mítica batalla de Agincourt, en 1415, regresan al mundo de los vivos para asistir a las tropas británicas en la Batalla de Mons e interponiéndose entre ellos y los alemanes, dispararon sus flechas contra los soldados germanos. Ante esta visión los británicos reaccionaron, creyendo contar con una protección sobrenatural y así frenaron, momentáneamente, el avance enemigo. Estos arqueros fantasmales, guiados por un santo, se convierten en los legendarios Ángeles de Mons.

Pronto se comenzaron a recibir multitud de testimonios de combatientes que aseguraban haber visto a los “arqueros celestiales”, e incluso personas carentes de los más mínimos conocimientos históricos describieron los uniformes y arreos militares de éstos.

Asustado por el resultado de su libro, el propio Machen se apresuró a afirmar que todo ello había sido producto de su imaginación, pero aún así los testimonios llegaban sin cesar a las redacciones de los periódicos y cada vez era mayor el número de combatientes que afirmaban haber visto a los arqueros muertos en las decisivas batallas de la Guerra de los Cien Años.

Entre los que afirmaron haber visto a los arqueros destacan los supervivientes de una compañía inglesa que el viernes 16 de Marzo de 1917, al mando del capitán Paul Masthell, se hallaban rodeados por tropas alemanas numéricamente superiores, en las proximidades de la ciudad de Mons.

Cuando iban a emprender la retirada, el oficial había caído y las bajas eran ya alarmantes, los supervivientes vieron unas “imágenes semietéricas” que parecían flotar en el aire a muy poca distancia… Para muchos de ellos se trataba de los arqueros ingleses caídos en la antigua Guerra de los Cien Años en Mons. Pese a que la visión fue casi fugaz, los británicos recobraron ánimos, e hicieron retroceder a los alemanes, pudiendo así retirarse sin mayores daños.

La leyenda sostiene que estos ángeles o fantasmas protegieron a los soldados británicos durante su retirada. Aunque la evidencia sugiere que la historia es ficticia y se originó en una combinación de relatos patrióticos, rumores y leyendas urbanas, su impacto fue profundo. Muchos creyeron en la intervención celestial, y la leyenda se propagó rápidamente.

Lo cierto es que casos similares de visiones de “ejércitos celestiales” ya eran mencionados en la más remota antigüedad en todos los lugares del planeta. Tampoco estamos en condiciones de afirmar si Machen desmintió lo que había escrito en su libro de buen grado o como consecuencia de alguna presión.

De cualquier modo, algunas de las más importantes dudas suscitadas por estos relatos permanecen: si realmente los arqueros celestiales combatieron en Mons o en otros sectores, sin lugar dudas debieron haber sido visto por los alemanes, a los que asaetaban a mansalva. Sin embargo, no sólo no se conocen testimonios de parte alemana, sino que no se tienen noticias de soldados muertos o heridos por flechas, ni jamás fue encontrada una de ellas en el campo de batalla…

Con el tiempo y la fama de esta leyenda, poco a poco, los arqueros pasaron a ser los ángeles de Mons. Esto en parte es por el relato de Machen, pero también por los excombatientes, que definieron las apariciones como larga fila de figuras rodeadas de un resplandor. Según la visión popular, esas figuras protectoras debían ser ángeles y no podían ser otra cosa.

Esta herramienta narrativa utilizada por Machen también fue utilizada por otros escritores. J.R.R. Tolkien, famoso por su obra El Señor de los Anillos, empleó un recurso similar cuando Aragorn lidera a los ejércitos de los muertos en el Sendero de los Muertos.

Espero que os haya gustado

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