La Luna de Nieve o Luna Avivadora de febrero

 

Dado que según las  culturas y las épocas, las lunas han tomado diversos nombres, vamos a usar el nombre más aceptado a nivel mundial que se basa en El viejo almanaque del agricultor (The Old Farmer’s Almanac, en ingles). Según este almanaque, la luna de febrero recibe el nombre de Luna de Nieve.

Este año, el 2024, la Luna de Nieve ha sido la noche del 24 de febrero. Una luna totalmente circular se elevó sobre el cielo nocturno para asombrarnos una vez más con su brillo intenso, creador de múltiples mitos y leyendas a lo largo de la historia. Y pese a su nombre, este año en España las temperaturas han sido bastante benignas.

"Luna de nieve" es el nombre que le pusieron algunas tribus nativas norteamericanas (que tenían un nombre para cada luna llena del año) a la luna llena de febrero porque este es el mes en el que suelen caer las nevadas más fuertes en el hemisferio norte, lo que confiere a la luna un aspecto especialmente blanco y brillante.

Entre las tribus norteamericanas también se les daba otros nombres como “Luna de Hueso” o “luna de Hambre”, estos nombres se refieren a que en esta época de grandes nieves había gran escasez de caza.

En la cultura celta, la Luna de Nieve se asocia con la diosa Brigid, que es venerada durante el festival de Imbolc. Brigid es la diosa del fuego, la poesía y la curación, y su festival es un momento para celebrar el despertar de la tierra y el retorno de la luz. 

La Luna Avivadora, es el nuevo que el neopaganismo o la Wicca dan a esta luna llena.  Marca un momento de gran significado en el calendario lunar. Su nombre evoca la energía vibrante de la primavera que se aproxima, impulsando la renovación y el despertar de la vida después del letargo invernal.

La Luna Avivadora simboliza el renacimiento y la purificación. Se considera un tiempo para deshacerse de las cargas del pasado y prepararse para los nuevos comienzos que trae la primavera. Esta luna llena es vista como un faro de esperanza y un recordatorio de que la vida renace incluso después de los períodos más oscuros y fríos.

En la cultura china, la luna llena de febrero coincide con la celebración del Festival de los Faroles, que marca el final de las festividades del Año Nuevo Lunar. Durante este tiempo, las calles se iluminan con faroles coloridos y se realizan desfiles y danzas del dragón, simbolizando la eliminación de la mala suerte y la bienvenida de la fortuna y la luz.

Hoy en día, muchas personas siguen encontrando significado en las fases de la luna y utilizan la Luna Avivadora como un momento para la reflexión personal y la renovación espiritual. Algunos pueden realizar rituales de limpieza, meditación y establecimiento de intenciones para el próximo ciclo lunar.

La Luna Avivadora nos recuerda la interconexión entre los ciclos naturales y nuestra propia existencia. A medida que la luna crece y alcanza su plenitud, también podemos mirar hacia adentro y considerar cómo queremos crecer y qué queremos llevar a plenitud en nuestras propias vidas.

Espero que os guste.

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